La presencia de portugueses en estas tierras, se remonta a la época del Virreinato del Río de la Plata. Esta zona era pretendida por Portugal y España. El hecho más importante de la época, fue sin duda alguna, la fundación de Colonia del Sacramento frente mismo a Buenos Aires. También hay una versión que adjudica a un portugués, Estevan Flores, el descubrimiento del Río de la Plata. Alrededor del año 1880, ya hay un grupo importante de portugueses en Buenos Aires y para ayudarse entre sí, fundan una de las primeras Sociedades de Beneficencia de Argentina. Nuestra “SOCIEDAD PORTUGUESA DE SOCORROS MUTUOS”.
La inmigración portuguesa que llegó a la Argentina en el Siglo XX, tuvo distintos periodos y características muy diferentes entre sí. Si comenzamos por analizar sucintamente, las condiciones de cada país en los primeros 10 años del siglo pasado, e inmediatamente después de la Primera Guerra mundial; la podemos resumir de la siguiente forma: PORTUGAL: se sentían los efectos de la Gran Depresión, la guerra en Europa y los problemas políticos de Portugal. ARGENTINA: un país nuevo, con un territorio inmenso y una enorme necesidad de gente que quisiera poblarlo y mucho requerimiento de mano de obra.
El mecanismo migratorio siempre fue “en cadena”, o sea que una vez instalada una persona en un lugar y ver las posibilidades de desarrollo, llamaba a otros; familiares y amigos. Estos a su vez llamaban a más gente, así podemos explicar porqué había en una misma zona, grupos de personas de la misma región. En esa época, era muy fácil poder ingresar al país, solamente se pedía una “CARTA DE LLAMADA”. Era simplemente un compromiso tácito de un portugués ya asentado aquí, que prometía hacerse cargo de habitación y trabajo, para los que “llamaba”. El periodo más significativo, se ubica entre los años 1900 y 1965. Llegaron al país entre 40.000 y 45.000 portugueses, siendo las décadas más importantes, las comprendidas entre los años 1920-30 y 1950-60.
En los primeros veinticinco años del siglo pasado, llegaron distintos grupos que se fueron radicando en diferentes lugares del país. Las enormes distancias que separaban estas zonas, atomizaban a los grupos. Es por eso, que es muy común encontrar nombres portugueses en muchas ciudades del país, pero en cantidades no significativas. Esto también dificultó su unión. Así, en el interior de las provincias de Buenos Aires y de La Pampa, se asentaron muchos grupos minoritarios. Hoy, 80 años después, es muy raro encontrar portugueses vivos, y los luso-descendientes tratan de mantener con mucho esfuerzo las tradiciones de sus mayores. En el interior, se radicaron portugueses de diferentes lugares de Portugal. Su principal actividad estuvo en el sector rural. Los dos grupos más importantes de la época, se ubicaron en la Ciudad de Buenos Aires y en Comodoro Rivadavia (1.800 Km. al sur de la Capital). Una vez instalados, necesitaron unirse: no solo para compartir momentos, también para ayudarse entre así. Nacen entonces las dos primeras asociaciones recreativas: el Club Portugués de Buenos Aires en el año 1918; y la Asociación Portuguesa de Comodoro Rivadavia en 1923. Estos dos grupos estaban conformados en su mayoría, por portugueses llegados desde la provincia de Algarve. Los de Buenos Aires se dedicaron al comercio y los de Comodoro al sector petrolero. La colonia portuguesa de Comodoro Rivadavia merece un párrafo aparte por sus características únicas, el 90% eran de la provincia de Algarve y de cinco pueblos (São Braz de Alportel, Loulé, Almancil, Boliqueime y Moncarapacho). En ese pueblo que nacía, los portugueses llegaron a ser el 20% de la población. Tienen la asociación portuguesa más austral del mundo.
|
<< Home